Sex lab
Y llegado el momento hay muchas clínicas privadas dispuestas a ayudarte en la procreación, porque a los 40 años la seguridad social retira la posibilidad de hacerlo con ellos. Y eliges una, sin saber muy bien qué es lo que vas a tener que hacer o durante cuanto tiempo. A fe mía que la cantidad de cosas que tiene que hacer la mujer comparada con la que tiene que hacer el varón no tienen parangón, pero cada uno con lo suyo. En mi primera visita me seguí rondando, convencido, de que el fallo era mío, mi consumo habitual de hachís parecía una señal inequívoca de que mi infantería podría adolecer de velocidad o número. Lo primero es una toma de contacto, te sientan en una sala y mercantilizan la procreación. Tienen dos métodos, a saber: inseminación y fecundación in vitro. Primero hay que hacer unas pruebas para saber a qué atenerse, pero en cualquier caso, no saldrá por menos de 4.000 euros. Bienvenidos al sex lab.